miércoles, 16 de julio de 2008

Tristán e Isolda en el Búnker







TRISTAN & ISOLDA

“Antes de Romeo y Julieta, estuvieron Tristán e Isolda”





jueves 7 y viernes 8 de agosto
19:30 Hrs.
Búnker espacio alternativo (Av. Uruguay #493, una cuadra más abajo de la Terminal)



Ficha Técnica:


Texto: Marco Antonio de la Parra (Chile)

Dirección: Christian Castillo Luna

Luces y Sonido: Carlos Ureña

Diseño de luces: Marcelo Sosa

Actúan: Christian Castillo Luna, Mary Carmen Monje Dominguez


DEL MITO: Tristán e Isolda es un antiguo mito de amor medieval, cuenta la historia de dos amantes que beben una pócima y están condenados a amarse eternamente. Es una de las más importantes creaciones poéticas y espirituales. No es sólo el testimonio de una época, ni el de un romance del amor cortés, es el testimonio de un amor-pasión mas fuerte que las leyes, que la moral, y que la vida misma.

DE LA OBRA: La obra muestra el reencuentro de dos amantes que luchan por lograr vivir separados; ambos tienen vidas plenas y realizadas, pero el amor que los unió en algún momento es el gran impedimento para ser realmente felices. La obra habla del deseo y el amor, ¿Cómo y cuando se superponen? El amor prohibido, la infidelidad, la sociedad como espacio de lucha, el destino irreversible de los seres. Un acercamiento al ser humano desde el amor.

DEL GRUPO: El Baúl Teatro se forma como un espacio de búsqueda teatral; está conformado por actores egresados de la Escuela Nacional de Teatro, el grupo es un núcleo que reúne a artistas alrededor de proyectos determinados, lo que da la posibilidad de tener siempre frescura en el resultado escénico.

El grupo tienen como sede de trabajo la ciudad de Santa Cruz de la Sierra, Bolivia.

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NOTAS DE PRENSA
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EL MITO Y EL ADULTERIO

(Opinión, 23 de junio de 2008)

Xavier Jordán A.

La leyenda de Tristán e Isolda es una de las más arraigadas en la cultura europea. Perteneciente a la tradición celta, este cantar de Gesta narra una historia poco común para las novelas de caballería de su época, ya que el protagonista peca de inmoral en la tradición cristiana y conservadora que tomaba a éstos héroes desde una mirada glorificante. El asunto es que la historia es una historia de adulterios. Tristán e Isolda son forzados por una poción mágica a vivir en amor perpetuo engañando a sus respectivos cónyuges.
El dramaturgo chileno Marco Antonio de la Parra escribe su versión de este mito. Baúl Teatro, de Santa Cruz, lo pone en escena por primera vez en Bolivia en el marco del Bertolt Brecht. Los resultados son interesantes. En primera instancia porque la adaptación es muy buena, muy actual y muy cotidiana. La imposibilidad de no amarse de los antihéroes se desarrolla en un clima nada dulzón ni cursi, sino a partir de una apuesta por una sobriedad y economía de texto, dosificada por un corrosivo sentido del humor, sin caer en la comedia.
A partir de aquí, la obra ya tiene un punto a su favor. El proceso de creación por el que los actores atraviesan es en alta medida relevante y muy original. La caracterización es efectiva y eso permite un sentido de identificación que no pocos espectadores lo han vivido de manera tangencial. No se olvide el carácter adúltero del texto. Así, el escenario se reduce a una mesa de café cualquiera, en medio de un bullicio cualquiera y en situaciones comunes que nos puede pasar a cualquiera, eso se destaca en la personificación bien lograda por los actores.
Otro importante acierto son las figuras que se van construyendo como parte de la escenificación. Los movimientos de los actores, la división y separación que propician, la retórica de lo contradictorio y lo sugerente (se abrazan pero no se tocan, por ejemplo) en fin, una serie de elementos por el estilo que enriquecen la puesta en escena y expresan el sentido creativo con que el grupo aborda el concepto de teatro.
El problema es que la función se delató como estreno, es decir se notaron algo de nervios, algo de situaciones inesperadas, algo de rigidez (por falta de soltura) que impidieron una eficaz interacción entre los personajes -a momentos- quitándole así una normal fluidez al relato que, sin embargo, no desmerece en nada un espectáculo que gratifica por su apuesta y su propuesta
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TOBOROCHI URBANO
http://toborochiurbano.blogspot.com/2008/05/tristn-isolda-en-santa-cruz.html

(8 de mayo de 2008)

Había olvidado lo mucho que me gusta el teatro, sobre todo por eso de los diversos mundos en que te sumerge.

Hoy lo recordé gracias a Christian Castillo y Mary Carmen Monje (El Baúl Teatro) quienes dan vida a esa inmortal pareja de amantes perennes llamados Tristán e Isolda.

¿Qué sucede cuando dos que están condenados a amarse por toda la eternidad se citan en un café cualquiera? ¿Qué se dicen? ¿Se extrañan? ¿Se tocan? ¿Se huelen? ¿Se entran?

La obra dura 50 minutos aproximadamente. La puesta en escena es minimalista, "apenas" una mesa y dos sillas, y las luces, claro, y la música obvio y el texto, por supuesto.

Ya afuera, en el baño, me encuentro con el veterano actor Arturo Lora, ambos coincidimos: "si tenés un buen guión, estás hecho". Y es que el texto del chileno Marco Antonio de la Parra es ágil e inteligente, lo que le permite al elenco una serie de juegos de malabares que propician la aparición de esa rara ave que debe ser la obsesión de todo buen artista: la emoción de su público (o sea "tocarlo", conmoverlo, "hacerlo que se orine", que te recomiende, que te busque, que te recuerde...). Yo -en este mismo instante- los estoy recordando.

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